Después
de Jacques…después de ese nefasto vínculo sentí que todos mis días a su lado
habían sido tan solo agua derramada. ¿Nunca lo has sentido?
A veces
el agua se desliza para llegar a su lugar, para fortalecer flores, árboles,
para arrastrar residuos…Otras veces se desliza a través de nuestro cuello sólo
para mantenernos vivos.
Si ese fluido
de vida se pierde por el camino, si se derrama y no llega a su destino, las
flores se secan y las personas se apagan.
¿Y si
todos tus días hubieran sido agua derramada? Agua que no se almacena ni en tu
cuerpo ni en tu corazón. No puedes decir que al menos te quedan los buenos
momentos, no recuerdas nada tierno de seis años de tu vida, parece que no han
existido, esa época de tu existencia queda encerrada y nunca liberada.
¿Y qué
debo hacer? ¿Perdonarme por mi insensatez? ¿Tú te perdonarías? ¿Le perdonarías
a él? Se supone que si no puedes perdonar a “esa persona” debes al menos
intentar dejar de lado el rencor, tu propio dolor, pedir para ti mismo el
indulto.
Pero, ¿cómo?
Si tienes tanto odio en tu interior que llegas a odiarte a ti mismo por los
actos de otra persona…
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